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La fracasada en potencia Georgina Bardach, que solo llegó tercera en las últimas olimpíadas y por algún motivo es una estrella del deporte nacional, dice que ve "complicado" repetir la "hazaña" (las primeras comillas son de cita, las segundas son de sorna), y que "no cree que se repita el nivel de torneos anteriores, sobre todo por los controles antidoping", que en idioma argento de barrio quiere decir: "no nos van a dejar cargar nafta super como en Grecia, estos chinos botones la quieren toda para ellos".
Consultada acerca de la novedad de que dos chinos de 40 años del supermercado de la vuelta de su casa estén ahora entre los máximos candidatos a ganar la presea dorada, la nadadora dijo que los chinos parecen dispuestos a todo para ganar la mayor cantidad de medallas posibles, pero que meterse un torpedo en el orto como hacían ya le parecía una exageración. De todas formas, prefirió no ahondar en la polémica porque según sostuvo "venderán el yoghurt medio podrido, pero a la mitad de precio que esos chorros de Carrefour", y prefirió preservar la buena relación con los comerciantes orientales.
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